martes, 12 de septiembre de 2017

Ganas de vos, sólo vos.

Me encantaría que cualquier rincón de mi cama sea tu hogar. Y que cualquiera de tus canciones me haga un hueco en tus sábanas.
Las ganas que tengo de verte reír y llenarte el alma de mimos, no te las explico ni en mil canciones.
Porque te dije mis peores defectos, los que más me avergüenzan y duelen, y eso en mi mundo es un gesto total de entrega.

En mi defensa puedo decir, que yo sólo quería acariciarte el pelo.
Porque tenes un abismo en tu sonrisa, y ahí me quiero lanzar sin mirar.
Mientras el mundo de mi ombligo busca tu lengua.
No dejas de ser ese deseo inagotable, insuficiente, que siempre quiero más y necesito, ansío y me enloquece imaginar.

A ésta hora el deseo de mis dientes hace estragos en mi imaginación de pensar en tu cuello. Se vuelve insoportable.
Si supieras el deseo desesperado que tengo por rozar tu boca, no dudarías un instante en venir a buscarme y hacer arte en mis labios.
Tantas galaxias y yo enamorada de la más real e insondable.

M. C.

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