miércoles, 14 de marzo de 2018

Montón

Tengo amontonadas las palabras en mi boca, en mi mano, queriendo una vez más expresarse, hacerse sentir.

Tengo amontonados mis pensamientos, que suben y bajan escaleras empinadas y algunos caen al vacío, sin contención, sin que nada los amortigüe de semejante caída.

Tengo amontonadas mis emociones, que forcejean entre ellas, se acarician, se divierten y por momentos se desesperan por triunfar, por ganar, por conseguir llegar.

Tengo amontonados mis deseos, los que se entretienen en tu pelo, los deseos que bailan en tus manos, los que rozan tu espalda, los que muerden tu boca, los deseos que te imaginan en mi.

Tengo amontonados mis miedos, aquellos que me temen a mi misma, esos que se asustan con la idea de perderte, los de allá que no pueden dormir porque creen que no voy a poder, y esos escondidos que pretenden no ser vistos pero se los siente temblar ante la idea de ser feliz.

Tengo amontonadas mis ganas, las que cada mañana me despiertan con la intención de quererte, las que sin darse cuenta van atropellando tus pasos, las que sueñan alto, muy alto y se pierden, las que tienen la convicción de que van a poder y al mismo tiempo las que se sienten menospreciadas.

Y una vez más se vuelven a amontonar las palabras, entre deseos, miedos, ganas, emociones y pensamientos.


M. C.

jueves, 1 de febrero de 2018

Existir ¿de verdad?

¿Te preguntaste alguna vez si realmente existís? Si realmente sufrís, si de verdad queres, y deseas o si simplemente estás soñando y viviendo en el sueño de otro. De esa persona que te piensa dia y noche, en la piel de otro, en la boca de otro. En tus sábanas.
Como un mundo paralelo, en el que respiramos lo que otro quiere o lo que nuestro inconsciente nos depara.
¿Pensaste de verdad alguna vez? '¿Y si yo fuera otra persona?' y si mi deseo fuera realmente el deseo de otro, las fantasías de un extraño en mi piel, mientras que mis propias fantasías viven en la piel de otro más.
Es mi culpa, mi responsabilidad, mi decisión, pero ¿y si estoy viviendo en el sueño de otro y esa culpa es realmente de otro?
¿Darías un segundo por ese instante o mil instantes por ese segundo en donde vivis tu vida y no la de otro?
Estamos con mucha gente, pero ¿somos con todos?
Ojalá pudiera estar en tu sueño y vivir aunque sea ese instante, entre unos ojos  entreabiertos, en tu piel.

M. C.

lunes, 15 de enero de 2018

Rincón

Vueltas a mi cabeza, a mis pensamientos, a mis decisiones, a mis inseguridades.
Vueltas a tu mundo.
Caígo por una escalera caracol, en la que me resbalo y no puedo parar.
Mis sueños se desmoronan de a poco, en un vertiginoso vacío en el que no hayan consuelo.
Cada desilusión muere, sola, de a poco y no puede volver a empezar.
En cada rincón me hago cada vez más fuerte, y más vulnerable.
Me vuelvo más grande y más pequeña.
Un lugar oscuro en el que me escondo y mi corazón se endurece por miedo, por bronca, por dolor, por tristeza, por decepción.
Ese puente que no me animo a cruzar porque de éste lado me siento cómoda, en un lugar conocido, el dolor.
Sé que es una cuestión de actitud, de aceptación, de verdades.
Volver a nacer.

M. C.

Tablero


A veces sólo es necesario mover una pieza para llorar por todo el tablero.

Moneda

Quien menos está, más guía tus pasos.
Y aquel que más marque tus errores, será aquel que más le cueste ver los propios.
A veces la persona que menos te ve, es la que mejor sabe mirarte.
Y el que se arriesgue sin mirar lo profundo del mar, es el que más miedo tiene.
El que vive amando sin limites, es el mismo que muere porque lo amen.

Una misma moneda,
siempre tiene dos lados.

M. C.