El tiempo a veces remueve heridas, las descose, las infecta, las inunda de bacterias, las vuelve a abrir y las deja en carne viva.
A veces tan sólo las cicatriza a medio camino, las cubre de una ligera costra, que ante cualquier roce, vuelven a sangrar.
A veces el tiempo sólo aligera el dolor profundo, y uno vive con una pequeña molestia, pero que no se olvida, que no se deja de sentir, que se vuelve parte de nosotros, de nuestro ser, y termina siendo más insoportable.
Y a veces se adormece, se tapa de piel, de gasas y de olvido.
M. C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario