miércoles, 21 de octubre de 2015

Escribo

Es de madrugada y el vacío vuelve a visitarme. 
Es una noche templada, pero yo siento frío en mi cama.
Es una semana tranquila, y yo estoy cansada. 
Mis manos te buscan. Mis ojos te llaman. Mi piel te necesita. Mi cabeza no deja de pensarte. Todo mi ser te extraña. 
¿Será que el corazón algún día deja de latir? 
¿Será que nuestro cuerpo puede seguir viviendo si estamos muertos? 
¿Será posible que mi ser deje de pertenecerte alguna vez?
Escribo, escribo y vuelvo a escribir.  
Tal vez para llenar un vacio, tal vez para dejar de quererte, tal vez para que me escuches y vuelvas a cantarme al oído. 

M. C.

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